Precio y valor son dos cosas distintas. El valor es subjetivo y depende de las circunstancias personales. El precio depende de la oferta y la demanda. Del mercado. En un mercado libre, como en el que vivimos, depende sobre todo del afán de lucro del vendedor. Esto es aplicable a cualquier objeto porque hoy todo, repito, todo se compra y se vende. Es el mundo en el que nos ha tocado vivir y hay días en los que estoy muy cansado y no tengo fuerzas para intentar cambiarlo. En la novela que estoy escribiendo: ¿qué precio tiene la amistad? Me estoy acercando al final del primer borrador y la conclusión a la que estoy llegando no me gusta.
Se murió Antonio Gala, internet se llenó de fotografías y de frases o versos copiados de internet. Porque nadie, o casi nadie de los que le lloran y sienten su pérdida a golpe de post, han leído un solo libro de él. Suele pasar. Me atrevo a poner la mano en el fuego porque ya casi nadie lee. Y todavía menos los adultos.
Yo no llegué a conocerlo en persona. Me hubiera encantado. Intenté varias veces que acudiera a alguno de los encuentros que he organizado y siempre obtuve un No por respuesta. Me hubiera gustado decirle que le admiraba, comprobar por mí mismo si era un revolucionario, descubrir cómo consiguió negarse a ser una pieza más de este engranaje que no escucha la voz de las minorías, que aplasta la diferencia y premia la codicia, el egocentrismo y el narcisismo.
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