Te gustan los australianos. Con su pelo rizado y cuerpo musculoso. Este, además, toca la guitarra.
Pero antes de que cojas un avión con destino Australia, piensa que será mucho más ruidoso que yo. Y recuerda lo que le pasó a la protagonista de la serie Las flores perdidas de Alice Hart. Impresionante Sigourney Weaver, impresionantes los paisajes y muy bueno el recurso del salto temporal: de un capítulo al siguiente, avanzan catorce años. Final elegante. Excesivos flashbacks (¿Por qué se empeñan en explicarlo todo?, ¿creen que somos tontos?). Una serie (otra) sobre lo importante que es curar las heridas del pasado para vivir el presente y construir el futuro. Weaver interpreta a la perfección el papel de una mujer furiosa.
Una mujer furiosa es la nueva novela de Antonio Fontana. Qué bien escribe. Sigue a vueltas con la infancia (¿su infancia?), Málaga y las relaciones familiares. Un secreto, un niño que crece con problemas de apego y esa música que tienen todos los libros de Fontana.
<<En nuestra familia no sabemos ser felices. Se nos da fatal, ¡y anda que no lo intentamos!>>.
Es imposible que Fede pronunciara estas palabras. Quizás las leí en uno de los libros de papá y al cabo de los años he terminado atribuyéndoselas a mi hermano. Lo único seguro es que nadie buscó la felicidad con tanto empeño como nosotros. Ni fracasó tanto como nosotros. Tan minuciosamente.
Mamá, fantaseando con las dunas de Cádiz pero sin tomar la decisión de sentarse al volante del coche de una vez por todas, encender el motor del coche de una vez por todas y poner, de una vez por todas, rumbo a Cádiz, que está a un paso del pueblo, si bien en nuestro <<milqui>>, nuestro viejo mil quinientos, habría tardado una eternidad en llegar a Torreguadiaro, a Sotogrande, a la Atunara o a cualquiera de aquellas playas de arena tan blanca, tan limpia y tan distinta de la arena de las playas de Málaga, oscura, salpicada de algas, de medusas muertas, de pegotes de alquitrán y, por si no bastase, a orillas de un Mediterráneo que se diría diferente del que baña la costa oriental de Cádiz; siempre helado, el mar de Málaga, incluso en julio o en agosto o en los días de terral; sobre todo, en los días de terral.
Ay, las dunas de Cádiz, perfiladas por el viento, sinuosas, movedizas, según le habían contado mamá, que se conformaría con extender la toalla y tumbarse, tostarse al sol. Y, aunque yo no estaba dentro de su cabeza y, por lo tanto no tengo certezas, solo intuiciones y sospechas, me temo que ella habría terminado descubriendo que esa otra vida tampoco le gustaba, tampoco estaba hecha a la medida de sus pequeñas ambiciones. Porque, en el fondo, con esas playas, esas dunas y esa arena —con esa vida soñada— ocurre lo mismo que con las imágenes a todo color de los paraísos salvajes que ilustran las tarjetas postales y los anuncios de las agencias de viaje: que, en cuanto se convierte en el suelo que pisas, te arrepientes.
El martes 13 es la presentación en la librería Luces y todavía no sé si iré. Qué pereza: seguro que hay un montón de gente interesante con la que tendría que hablar. Con lo bien que estoy en casa leyendo. Y estudiando mis cosas. Aunque, por otro lado, me apetece mucho darle un abrazo. A Fontana. Y la enhorabuena.
Hablando por teléfono con Lorena reflexionamos sobre algo que he leído que se llama “aprendizaje procedimental”.
El aprendizaje y la memoria procedimental comprende la adquisición, almacenamiento y recuperación eficaz de la información concerniente a la ejecución de diversas habilidades y tareas motoras que van desde lo simple y cotidiano, hasta tareas trascendentales para la vida del sujeto como son la marcha y la escritura.
Como si estuviera descubriendo algo, le comento que a mis alumnos de escritura creativa les pasa. Por mucho que yo les insista en que el personaje tiene su conflicto y que la historia debe avanzar por muy novela francesa que estén escribiendo, no soy capaz de que lo hagan. Hasta que un día son capaces de hacerlo. Es como montar en bicicleta, le digo a Lorena, al teléfono. ¿Quién es capaz de explicar cómo se monta en bicicleta?
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