Llegan casi al mismo tiempo a las librerías, por cuestiones estratégicas editoriales, las dos novelas más recientes del escritor ya malagueño (nació en Madrid, pero lleva años residiendo en La Axarquía) Pedro Ramos, uno de los nombres clave de la literatura juvenil de nuestro país: 'Código 9' (Loqueleo) y la continuación de su vendida y premiada 'Héroes', 'Héroes 2037' (Edebé); dos libros que coinciden no sólo en su localización (ambas historias están ambientadas en Málaga; una, ahora lo comprobarán, decisivamente) sino también en su intención de explorar las aristas de la tecnología y cómo la habitan los chavales.
¿La tecnología excita la imaginación del escritor? «Al menos la de este escritor», nos responde Ramos. 'Código 9', su primera novela de ciencia ficción, aborda los procesos y consecuencias de la Inteligencia Artificial a partir del encierro en un chalet de un grupo de adolescentes con un robot. «En realidad, me lo he planteado como en mis novelas anteriores: algo me interesa, investigo, me hago una pregunta (o dos), busco la respuesta en forma de historia para no matar de aburrimiento al lector. Se trata de encontrar la respuesta y ser capaz de explicarla dejando margen a que cada lector saque sus propias conclusiones. El problema es que la respuesta aparece en forma de pregunta. Esos son los libros que me interesan y que intento escribir», argumenta.
Hace unos meses, en estas páginas, el filósofo Daniel Innerarity consideraba que la mayor parte de los actuales diagnósticos respecto a la IA son histéricos, están llenos de exageraciones y simplificaciones, de expectativas exageradas y miedos difusos o melancólicos»: «La ficción, que tanto nos ayuda a explorar los mundos posibles, en este caso nos ha distraído con mundos imposibles y distopías», concluyó. Ramos, como fabulador, matiza el análisis: «Para hacer ficción necesitas drama, del bueno o del malo, poner a tu protagonista en una situación extrema. Cualquier historia es una simplificación, la realidad no cabe en unas pocas páginas. Otra cosa sería que hablásemos de a quién le interesa hacernos creer que la IA es la panacea o todo lo contrario. Mi opinión es que la IA es una burbuja, una oportunidad de negocio. Podría aplicarse para el beneficio de la sociedad, sí. ¿Alguien lo está haciendo?».
'Código 9' comienza con una cita de Edward O. Wilson: «Tenemos emociones del Paleolítico, instituciones medievales y tecnología propia de un dios. Y eso es terriblemente peligroso». Ahí sí que se alinea Ramos: «El problema nunca son las herramientas sino el uso que hacemos de ellas. Desde que aparecieron los teléfonos inteligentes, el coeficiente intelectual ha empezado a decrecer, es decir, somos más tontos. Es un hecho. Y es fácil predecir que la IA será la estocada final para alinearnos como en 'Fahrenheit 451' o '1984'. A no ser que aparezca Neo, el protagonista de Matrix».
La desbandá
'Héroes 2037', por su parte, continúa la propuesta de 'Héroes', la novela más vendida de Pedro Ramos, sobre un videojuego que es un mundo abierto de fronteras difusas entre lo real y lo ficticio. Aquí, no destripemos demasiado, se aborda un capítulo de la Guerra Civil dolorosamente conocido en Málaga pero hasta hace poco no por Ramos (recordemos, madrileño de nacimiento). «Me impresionó tanto el libro de Norman Bethune [el médico canadiense cuyo testimonio fue decisivo para dar a conocer la huida por la carretera de Almería] que decidí incluirle como un personaje más en la historia. Y eso es lo que hice. En el videojuego, dentro de la novela, puedes elegir ser Bethune. O el farero de Torre del Mar, Anselmo Vilar». Ellos son, dice, los héroes que le interesan: «Los que se sacrifican y salvan vidas, no aquellos que las quitan sea la justificación que quieran utilizar. El verdadero reto es poner esta idea en una historia y que no se te vea el plumero».
Videojuegos
Pedro Ramos siempre defiende los videojuegos como «una nueva forma de contar historias que todavía está en pañales»,especialmente comparada con la, claro, mucho más verterana literatura. Curioso: normalmente se ven como formatos enemigos; parece que el niño que juega no lee y el que lee no debe jugar. «Hay adolescentes que leen mucho y no juegan y adolescentes que juegan mucho y no leen. También hay adolescentes que hacen las dos cosas. Estos son los que a mí me interesan: los que son capaces de tomar lo bueno de cada mundo y seguir avanzando. ¿Por qué elegir?», tercia el autor, con un modesto pasado (y presente) gamer: «Como no teníamos dinero cuando era chaval, jugué muy poco. Estoy hablando de los tiempos del 'Fernando Martín' en un Amstrad CPC 464... Me desquité hace unos años comprándome una consola y explorando mundos abiertos, mi categoría favorita. El año pasado vendí la consola para comprarme un piano».
Tanto 'Código 9' como 'Héroes 2037' demuestran la facilidad con la que Pedro Ramos dribla la que, presuponemos, es la gran dificultad de su tarea profesional: la de ponerse en la piel de un adolescente, hacer creíbles sus reacciones, sus opiniones, sus reflexiones. Parece que no tiene mérito: «Creo que uno de mis problemas, a este lado de la realidad, es que me siento más identificado con un adolescente que con un adulto: tengo más preguntas que respuestas. Los adultos se lo saben todo, no necesitan escuchar porque han vivido tanto que están de vuelta de todo. Y, además, ahora pueden hacer una búsqueda en su teléfono móvil y la IA les dice lo que sea que quieren saber. A golpe de clic. Y eso es lo que la mayoría de los adultos transmiten a los adolescentes. Así nos va».
Entrevista publicada originalmente en la web de La Opinión de Málaga