Entre libros y montañas: los sueños cambian
Walden, La vegetariana y una monologuista en horas bajas
Walden de Henry Thoreau es un libro tan importante en la historia de la literatura que hasta se ha convertido en sustantivo: ¿Hacemos un Walden? Durante un tiempo, no hace mucho, yo mismo soñé con que era posible. Intenté convencer a Lau de que lo dejáramos todo (todavía más) para irnos a vivir a la montaña. Entre árboles. Estaba dispuesto a cortar leña, cultivar un huerto, tener gallinas, reparar lo que hubiera que reparar con tal de despertarnos en medio de la nada sin nada. Solo nuestro tiempo. Para nosotros.
Durante un tiempo pensé que era posible. Está aquí escrito. Puede que algún día vuelva a leer esos meses y constate el cambio. No lo conseguí. Seguimos viviendo en la misma casa, a siete minutos andando del mar, donde encontré el ewok y donde se nos apareció Felixa. Vamos a cumplir siete años ya. Pandemia mediante. Para ser justos tengo que reconocer que estamos muy bien y que en la provincia de Málaga no hay casa perdida en el bosque que podamos pagar. Es un pequeño contratiempo, siempre lo ha sido, el dinero. Vamos tirando, como se dice. Y, aunque sé que soy un privilegiado, porque vivo de mis libros, eso incluye también muchas renuncias y adaptaciones que, llegados a este punto, uno no sabe ya si son porque eran o son porque no puede ser de otra manera. Creo que me explico.
De esta guisa, empecé ayer por la tarde a leer el libro, Walden, y ya tengo varias preguntas que hacerle a nuestro invitado del próximo 31 de enero, Javier Morales Ortiz, también escritor y también profesor de escritura creativa. Como estoy perezoso me digo a mí mismo que lo mejor que puedo hacer es releer la primera vez que hablé de Walden en estas páginas.
Diario de lecturas
La vegetariana
Empecé a leerme este libro porque Miguel me habló muy bien de él. Noelia, la librera de Rayuela, también. A Han Kang, la autora, le acababan de dar el Nobel de Literatura, como a mi admirada Annie Ernaux, y eso me hizo pensar “mira tú, a lo mejor esta autora es la versión coreana de la Ernaux, vete tú a saber lo que me estoy perdiendo”. Pues ya te lo digo yo: nada. Me esperaba más. Bastante más.
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a Artefactos para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.