Cultivar un jardín es creer en el mañana
Se acabaron los viajes. Toca volver a casa y retomar la rutina. Tenía ganas. Y no. El negro y el blanco son diferentes tonos de gris. Más o menos intenso. Las situaciones generan emociones. No hay que taparlas ni esquivarlas, hay que abrazarlas hasta que forman parte de ti. No se trata de buscar una explicación razonable o simplificarlo en causa y efecto. Buscar un argumento, si es que lo tiene, es solo una variable más. Tu corazón y tu mente tienen que asimilar lo que te sucede. Entonces es el momento de aceptar o rechazar la situación.
Llevo una semana, físicamente, en casa, pero mi mente todavía no ha regresado. Tardamos en aterrizar. Una de las mejores formas de unir cuerpo y mente es a través de la acción, por eso funciona el ejercicio físico. Sirve cualquier modalidad, siempre que lo realices ligeramente por encima de tus posibilidades, en ese punto en el que tu atención tiene que estar dedicada en exclusiva a lo que estás haciendo. Una caminata intensa, correr o nadar en zona 2, levantar pesas o hacer HITT. Hacer yoga.
Una de las cosas más importantes que aprendí practicando yoga es que esta unión cuerpo- mente debemos trasladarla fuera de la esterilla. Es también el objetivo de la meditación, del mindfulness y técnicas varias. Me atrevería a decir que esta disociación entre cuerpo-mente es la fuente principal de los problemas de salud mental de la sociedad actual.
He empezado a preparar el curso 2025-26. Promociones varias, tutorías escogidas, fomento de la lectura, del pensamiento crítico, atención plena y otros valores muy distintos a los que imperan en la sociedad actual.
Cultivar un jardín es creer en el mañana.
Me encontré con esta frase en internet, en inglés. Fuera de contexto y sin citar a su autor. No fue difícil descubrir que lo había dicho Audrey Hepburn. No soy muy fan, pero reconozco que llevo reflexionando sobre ello toda la semana. Este pensamiento se puede aplicar literalmente o como una metáfora. ¿Has descuidado el jardín recientemente?