Artefactos

Artefactos

Share this post

Artefactos
Artefactos
Ambiguo
Copiar enlace
Facebook
Email
Notes
Más

Ambiguo

Momentos apoteósicos y emocionantes

Avatar de Pedro Ramos
Pedro Ramos
mar 22, 2024
∙ De pago
Compartir

El final de una narración puede ser cerrado o abierto. Pero no ambiguo. A la hora de escribir, soy más de finales abiertos. Esos en los que el lector puede elegir el destino de los personajes. Dicho más bonito: confío en la inteligencia del lector. Todo lo contrario que Disney y esa pandilla de autores que se dedica a escribir finales cerrados del tipo fueron felices y comieron perdices. Hace tiempo que descubrí que no existen los príncipes azules. Ya me salvo yo solo, gracias. El final, para mí, es el momento en el que el lector dice adiós a los personajes, pero debe quedarse con la sensación de que ellos siguen con su vida más allá de la última página. Por este orden: el protagonista ha conseguido su objetivo, superado la situación inicial y se ha transformado. Es más que posible que hayan aprendido algo, incluida la respuesta a alguna pregunta. Pero en el desenlace de una historia ya se avanzan nuevas preguntas, situaciones. Como la vida. Aunque una de mis novelas no deje de ser una representación, un artefacto, creo que debe cumplir este punto. El lector dice adiós a los personajes, pero la vida, el simulacro, continúa.

Compartir

Los finales no pueden ser ambiguos, te decía. Y tú estás de acuerdo conmigo. Lo hablamos después de ver Que nadie duerma. Con lo bien que interpreta su papel Malena Alterio, casi dos horas en la pantalla haciendo de programadora informática, o algo parecido, de taxista. Dos horas en las que la trama no decae, con ese estilo documental. Y Aitana Sánchez Gijón en el papel de una productora de teatro. Y el chico ese tan guapo que luego dijiste que no era para tanto. También había un calvo que hacía de escritor (¿el propio Millás, autor de la novela en la que está basada la película?). Pero sobre todos, Malena Alterio. Sus cosas con su padre, con la chica que cuida a su padre y el vecino de arriba que pone la música demasiado alta. Qué pena de final.

¿Volvemos a verla?, te pregunté.

Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días

Suscríbete a Artefactos para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.

Already a paid subscriber? Iniciar sesión
© 2025 Pedro Ramos
Privacidad ∙ Términos ∙ Aviso de recolección
Empieza a escribirDescargar la app
Substack es el hogar de la gran cultura

Compartir

Copiar enlace
Facebook
Email
Notes
Más